Pero te equivocaste.
Viniste, viste y te vencieron y pensaste que se había terminado para ti. El mundo te convenció de que una vez rota la línea recta ya no podías -ni merecías- regresar.
Pero lo hiciste.
Vencida, rota y sin alas llegas hoy al lugar donde todo empezó.
Y vas a reducirlo a cenizas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario